ANTES DE GRABAR

Si estás pensando en grabar, hay ciertas recomendaciones que pueden facilitar el proceso, y harán que la grabación suene mejor al tener las ideas más claras y tocar con más seguridad, e influirá en el resultado final del proyecto.
 
Es Vital...
 
- Ensayar los temas
- Estudiar los arreglos y dibujos de los instrumentos.
- Tener claras las estructuras y la intención de cada una de las partes. - Saber el tiempo del tema (BPM ́s) y las variaciones si las hay.
- Grabar referencias en un mp3, móvil, etc, y estudiarlas.
 
Director musical
 
En caso de ser un grupo, es conveniente (y necesario) asignar un jefe o director musical. Es complicado (por no decir imposible) prestarle atención y complacer a todos los componentes de un grupo, y facilita mucho las cosas establecer una comunicación directa con una sola persona.
 
Esta persona debe tener poder de decisión, y debería estar en el estudio durante todo el proceso de grabación, edición y mezcla.
Esta persona, será el nexo de unión entre el grupo y el estudio, y será la encargada de comunicarle a cada músico cuándo debe ir a grabar, y de convencer a quien no tiene que grabar de que lo mejor que puede hacer para favorecer la grabación, es no ir.
 
Llegado el caso, esta persona será también la encargada de invitar a quien moleste, a abandonar el estudio.
Hay que tener en cuenta que una grabación puede ser para el grupo un motivo de alegría y cachondeo, pero para el productor, ingeniero o técnico, es un trabajo, y el resultado final está directamente relacionado con lo fácil que se les permita desarrollar su trabajo.
 
 Proceso de grabación
 
El proceso más común a la hora de grabar una canción es el siguiente:
- Grabación de referencia con claqueta. Generalmente guitarra rítmica y voz.
- Grabación de baterías
- Grabación de bajo
- Grabación de guitarras rítmicas (eléctricas y acústicas)
- Grabación del resto de instrumentos (vientos, cuerdas, metales, percusión, etc) - Grabación de voz solista
- Grabación de coros
- Edición
- Mezcla
- Masterización
 
Cuando un tema se tiene bien ensayado y aprendido, el tiempo medio que se suele emplear para la grabación de un instrumento suele ser 4 ó 5 veces la duración de la canción, contando con repeticiones. A esto hay que sumarle el tiempo de montaje (baterías, sets de percusión), afinación, microfonado y ajustes de volúmenes.
 
En la Edición se puede seleccionar cuál es la mejor de varias tomas, coger el inicio de una toma y el final de otra, acortar finales, afinar notas "distraidas", cambiar, quitar, duplicar... y en la mayoría de los casos, nadie se dará cuenta de que se ha editado, a no ser que haya estado en ese momento o se lo hayas dicho.
 
En la Mezcla, se consigue que todos los instrumentos que se han grabado por separado, suene compacto. Es algo más que subir o bajar el volúmen de los canales, ya que del mismo modo que un sonido cambia de intensidad al alejarse o acercarse, también lo hacen las frecuencias que percibimos, no sólo las directas, sino también las indirectas o reflejadas. Para poder recrear esa percepción de distancia y "colocar" un instrumento en la mezcla, hay que alterar la frecuencia (con ecualización), la dinámica (con compresores) y el sonido reflejado (con reverbs y delays).
 
La Masterización es la última parte del proceso de creación de un disco, y puede comprender varios puntos, como la nivelación de volúmenes entre canciones, el orden en el que se grabarán en el Máster o la enfatización o compresión para "engordar" el sonido.
Es importante tener en cuenta que si uno de los pasos no se hace bien, el siguiente puede ser mucho más complicado, y a veces incluso imposible.
La Masterización no es una varita mágica, y no va a solucionar una mala grabación.